El concepto de Flywheel: ¿Qué es y por qué implementarlo en tu empresa? Ejemplos de éxito
Si deseas aplicar una estrategia efectiva, es fundamental entender qué implica el flywheel y los beneficios que su implementación puede aportar a tu negocio, con el fin de transformar el panorama de ventas y aprovechar al máximo el potencial de tus clientes.
El embudo de ventas tradicional ha sido el enfoque principal en el que las empresas han centrado sus estrategias. Este modelo describe el recorrido del cliente desde su primer contacto con la marca hasta la adquisición final del producto o servicio. El embudo se compone de cuatro fases:
Fases del embudo de ventas
- Aprendizaje y observación: En esta fase inicial, el objetivo es atraer a la mayor cantidad posible de usuarios a través de contenido relevante que despierte su interés. Para lograrlo, es crucial que los usuarios puedan encontrarte, lo que implica una estrategia de contenido bien posicionada y optimizada para los términos de búsqueda adecuados. Generar contenido atractivo y útil es clave para captar la atención de potenciales clientes.
- Atraer y fomentar: En esta etapa, el usuario ya está familiarizado con tu marca gracias a los contenidos de valor que ha consumido. Es el momento de ofrecer información útil que aborde sus necesidades, posicionándote como una opción viable para sus futuras decisiones de compra.
- Consideración: Aquí, el prospecto ya conoce tu oferta y empieza a evaluar la posibilidad de adquirir tus productos o servicios. Es crucial que te presentes como la mejor alternativa entre las opciones disponibles, incluso haciendo que se sienta como si fueras la única opción que necesita considerar.
- Decisión: Tras haber guiado al prospecto a través de las etapas anteriores, es el momento en que decide contactarte para obtener más información sobre tus productos. Si has realizado un buen trabajo, habrás demostrado que eres una excelente opción para satisfacer sus necesidades. La información recopilada durante el proceso será fundamental para facilitar la conversión del prospecto en cliente.
La transición del embudo de ventas al flywheel se debe a la necesidad de un enfoque más moderno en las ventas. Aunque el embudo se centraba en convertir prospectos en compradores, no contemplaba el seguimiento posterior a la venta. El flywheel, en cambio, busca mantener la interacción con el cliente incluso después de la compra, fomentando su lealtad y asegurando que regresen.
El flywheel coloca al cliente en el centro de la estrategia, sin etapas fijas, sino fases que se retroalimentan continuamente. La experiencia del usuario es vital, ya que un cliente satisfecho puede convertirse en un promotor de tu marca, ayudando a atraer a nuevos clientes a través de recomendaciones.
Fases del flywheel
- Atracción: Generar contenido que responda a las inquietudes de los usuarios sin presionarlos a comprar, lo que les permitirá conocer más sobre tu marca.
- Implicación: Fomentar conexiones con los potenciales compradores, demostrando que tu marca puede resolver sus problemas y que estarás disponible cuando te necesiten.
- Enamoramiento: Crear una experiencia excepcional que haga que los clientes se sientan valorados y empoderados, convirtiéndolos en embajadores de tu marca.
Ventajas del modelo flywheel
- Reducción de la pérdida de clientes: Al optimizar la experiencia del usuario, se minimizan los fallos que pueden generar desconfianza.
- Fidelización: Al centrarte en la experiencia del cliente, no solo buscas una venta, sino construir relaciones duraderas que fomenten compras repetidas.
- Publicitación gratuita: Los clientes satisfechos promoverán tu marca de manera orgánica, lo que puede traducirse en un crecimiento significativo.
En resumen, adoptar el enfoque del flywheel como estrategia de marketing puede resultar en resultados muy positivos para tu empresa. ¡Esperamos que esta información te haya sido útil!
